Cómo definir la personalidad de una marca

Si llevas un tiempo siguiéndome, ya sea por aquí o por mis redes sociales, sabrás que en las últimas semanas estoy dedicándome a reforzar mi marca personal.

¿Por qué? Porque mi marca personal es la que me está ayudando a encontrar mi sitio y, sobre todo, a intercambiar sinergias con otros profesionales que me proporcionan visibilidad.

Pues bien: también existe algo así como la marca personal de una empresa o negocio y es igual de importante que sepas crearla, mantenerla y desarrollarla.

Pero… ¿Cómo hacer que un negocio tenga una marca personal?

No te preocupes: sigue leyendo que te lo voy a explicar todo.

¿Qué es la personalidad de una marca?

La personalidad de marca no es más que conceder atributos humanos a una marca o negocio.

De esta forma, se pretende conseguir una mayor conexión con tus clientes ya que percibirán tu marca como algo más cercano, algo con lo que poder identificarse.

En definitiva, se trata de humanizar tu marca.

Crear la personalidad de la marca debería ser uno de los primeros pasos dentro de la estrategia de marketing digital de un negocio. 

De hecho, cualquier marca fuerte la tiene más que trabajada y lo vas a ver cuando te hable de algunos ejemplos un poco más abajo.

Piensa que, una vez que la tengas, podrás aplicarla en las imágenes, en las publicaciones de redes sociales, en los copys de tus emails y web, incluso en la imagen corporativa de tus instalaciones si tienes una tienda física, por ejemplo.

¡Ojo! Pero la personalidad de una marca no es su logo o la paleta de colores que usa en su imagen corporativa o su eslogan… Va más allá de la identidad visual o la identidad verbal.

Más bien, ese conjunto de elementos deben ser una parte de la personalidad de tu marca.

Esto servirá para proyectar una imagen coherente a tu público objetivo acorde a los valores que quieras transmitir y que dará a tu negocio una gran ventaja competitiva.

De ahí la importancia de la personalidad de marca.

Recuerda: se trata de diferenciarte de tus competidores pero no de la misma manera en que lo hacen los demás.

Es decir, no eres especial porque no te guste Juego de Tronos, hay mucha gente igual y eso lo convierte en algo normal y cotidiano… aunque yo no lo entienda 😛

Cómo encontrar la personalidad de marca

Y ahora quieres saber cómo crear una personalidad de marca, si es que no la tienes ya.

Pues bien, uno de los métodos que se suele utilizar es el modelo de las dimensiones de personalidad de marca que desarrolló Jennifer Aaker en el año 1997 según un estudio de mercado.

A partir de ahí se distinguieron las 5 dimensiones de la personalidad de marca principales (competencia, rudeza, emocionalidad, sinceridad y sofisticación) en las que encajar el carácter principal de tu marca.

Puedes optar por la emocionalidad como Mister Wonderful o por la sofisticación como Nespresso o incluso por la rudeza, como Axe. 

Pero debe ser algo que identifique a tu negocio y con lo que puedan sentirse identificados tus clientes, tu buyer persona. Por eso es tan importante tener una estrategia de marca.

Hay otros métodos como el que idearon Margaret Mark y Carol S. Pearson a partir de los arquetipos de Carl Jung, rasgos de personalidad que aplicaron a las marcas.

Te los cuento enseguida con algunos ejemplos.

Arquetipos o características de la personalidad de una marca: ejemplos

En realidad no tienes por qué seguirlos a rajatabla pero creo que te pueden ayudar a hacerte una idea de qué puedas hacer para crear la personalidad de la marca de tu negocio.

Vamos a verlo.

  • El Amante. Belleza, intimidad, pasión… Estas marcas seducen y atraen como Chanel o Victoria’s Secret.
  • El Bufón. No hay que tomar este arquetipo como una burla sino como algo divertido y entretenido. Oreo o M&Ms son marcas que potencian el humor y la espontaneidad.
  • El Creador. Estas marcas potencian la creatividad, la imaginación y la personalización, son inspiradoras. Apple o Adobe son buenos ejemplos.
  • El Explorador. Si tienes una marca relacionada con la aventura entonces este es tu arquetipo. RedBull te da alas y Jeep te lleva a cualquier sitio. 
  • El Héroe. El triunfo tras el esfuerzo, el honor, superar obstáculos… Es lo que inspiran marcas como Nike o los elocuentes anuncios de Invictus.
  • El Hombre Normal. Se enfoca en la vida cotidiana, en el bienestar del día a día y en la confianza, sin ir mucho más allá. Ikea lo representa a la perfección.
  • El Inocente. Transmite alegría, felicidad, juegos, despreocupación… aunque no necesariamente desde una perspectiva infantil. Coca Cola es el ejemplo aquí: bebe tu refresco, disfruta con tus amigos…
  • El Líder. Este arquetipo se aplica a marcas de lujo dirigidas tan solo a un núcleo de usuarios con una determinada posición económica. El ejemplo en este caso es Rolex.
  • El Mago. Las marcas bajo este arquetipo inspiran, son imaginativas y visionarias como, por ejemplo, Disney.
  • El Protector. Esta marca apoya y consuela a los demás por lo que este arquetipo suele dominar las marcas relacionadas con la familia como Nestlé.
  • El Rebelde. Estas marcas son rompedoras y van en contra de lo convencional. Son originales y un poco gamberras como Harley Davidson. 
  • El Sabio. Se basa en el intercambio de información y conocimientos, es donde acuden los usuarios a aprender y a verificar información. El mejor ejemplo es Google, claro.

Como ves, se trata de características emocionales propias de los humanos que se aplican a las marcas.

De hecho, la “gracia” de estos arquetipos es que pertenecen a la psique humana más allá de influencias culturales o características como el sexo o la edad.

¿Hay alguno que encaje con lo que quieres que tu marca transmita? Si no es así, no tienes que preocuparte. Hay otras formas de crear la personalidad de la marca. 

Te propongo este paso a paso:

  1. Usa el storytelling para crear la historia de tu marca e ir definiendo sus valores
  2. Decide cuál será tu propuesta de valor
  3. Elige cuál es tu misión
  4. Identifica tus valores
  5. Caracteriza tu marca como si fuera una persona
  6. Define la personalidad

Y todo esto se resume así: si tu marca fuera una persona… ¿Qué tipo de persona sería?

Esto es: imagina tu negocio como si fuera una persona.

¿Te cuesta hacerlo porque no le has cogido el tranquillo a tu negocio?

No te preocupes: yo te ayudo en Aprende a Vender, además de enseñarte a presentar presupuestos, escribir cartas de venta, liderar reuniones y, en definitiva, a hacer despegar tu negocio desde el proceso de creación del mismo hasta la gestión de clientes.

Te espero dentro.

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